martes, 14 de junio de 2011

Ser o no ser

"Querido diario: se que tengo tus polvorientas paginas olvidadas debajo de la cama, pero los años me hicieron vivir tantas cosas, con tanta vitalidad, que preferí disfrutarlas que contártelas de a una. Pero vuelvo a ti, mi fiel oido sordo, por que eres el unico que puede escucharme y lo que a continuación te diré es realmente sorprendente.
Acabo de despertarme de un sueño, casi tan real como la misma realidad.
En el, abría los ojos y estaba en mi cama. En la punta de ella se encontraba una mujer de unos 50 años aproximadamente, de aspecto maternal. Llevaba puesta una tunica blanca y en una de sus manos un vela tan solo para iluminar un minusculo sector, no mucho mayor al perímetro de mi cama.

Bastante asustado, intente incorporarme y gritar, pero no podía abrir la boca, el único movimiento que me permitió realizar fue sentarme.  "Tranquilo Mario, no voy a hacerte daño, soy la Pitonisa, una suerte de Hada Madrina pero real" tan solo vengo a contarte algo, prosiguió y me pidió que le preste mucha atención.
"No eres una persona más. Tienes la cualidad, la facultad y el don de que tu voz y tus escritos serán muy apreciada por todos. Con ella recorreras el mundo y podrás obtener lo que quisieras. Deseas dinero, tendrás fortunas, deseas exito, tendrás gloria. Esperas reconocimiento, tendrás todo. Necesitas cariño, amor incondicional obtendrás. Serás lo que quieras ser Mario, pero recuerda algo, NADIE puede enterarse de esto que te esta sucediendo, es la única condición. Si eso sucede serás uno más, un grano de arena igual a todos los que hay en un desierto. Serás lo que quieras ser, o no serás nada" 

De repente sopló su vela se apago la luz y sobresaltado desperté, sentado en la cama, mirando un punto donde ahora no había más que un ligero humo. 

Gracias diario por ser mi confidente, se que en vos puedo confiar, se que este secreto quedara oculto por siempre entre tus, ya, amarillentas páginas"


1 comentario:

  1. Los sueños son sólo deseos inconscientes, está en uno poner su mayor esfuerzo por hacerlos realidad, y ya ve ud. sr. Yugal como, poco a poco, su palabra es leída y sus pensamientos conocidos por cientos, miles, quién sabe cuántos...saludo afectuoso de una soñadora de sueños parecidos.

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