lunes, 28 de febrero de 2011

Las estaciones del año

De repente, de un segundo para el otro, el apocalipsis. El mundo se viene abajo, se nublan los cielos de oscuras nubes. Se cierran las puertas de todas las entradas del Sol a nuestras vidas.
Puede prevenirse que sucederá, pero cuando esto acontece ya es tarde, no se puede evitar, tarde o temprano llega.
Pero a nosotros, ¿Qué nos pasa? EXACTAMENTE lo mismo.
De miles de lagrimas caídas, negras nubes se forman en nuestros pensamientos, de a poco se destruyen nuestro corazón, el alma y la razón. Miles de nudos se generan en el pecho, tan complicados de desatar que ni la Virgen, con su santa presciencia, podría remediar.
Contrariamente a lo que sucede en el calendario luego del calor del verano del amor, llega el cruel frió del invierno de la soledad y la tristeza, arremete sin pavor sobre nosotros y de un instante al otro mata a todas esas mariposas que en el estomago se alojaban y siembra miles de larvas y moscas en su lugar.
Al parecer todos los días son de lluvia dentro nuestro, las mañanas y las tardes son llenas de neblina y las noches, el único color que tienen son el del no color.
Nos dormimos pensando un día menos, y nos despertamos, como dicen Solari en una canción (Gracias mi querido Hernan por el aporte) "maldición, otro día como los demás", y corriendo el riesgo de exagerar al 100% decimos, otro día más en el "infierno".

Una mañana al despertarnos, notamos que el gris del cielo ya no es tan oscuro, tiene más luz.
Las larvas que en nuestro ser se alojaban ya no están.
Al árbol que por nuestra ventana se ve, no le quedan más hojas por caer.
Miramos con atención para arriba, a ese firmamento y vemos un punto, tan solo un punto de color celeste con un rayo de luz amarilla que apunta a una rama, tan solo una rama, en la cual se comienza a notar un brote verde.

No es el "infierno" en el que estábamos "acostumbrados" a estar, tampoco el cielo, es el purgatorio, es un punto intermedio.
Ya no es invierno, tampoco es verano.
Pero tenemos que estar preparados, el frió de a poco se irá yendo, pronto llegara el calor.

 

1 comentario:

  1. Es frecuente entre los seres humanos enceguecernos ante la adversidad, ver solo oscuridad cuando algo nos saca de eje, acostumbrarnos a ver solo lo malo de la vida. Pero que bueno es saber que alguna vez viene la luz que nos aclara todo, que nos hace crecer y darnos cuenta que todo pasa y lo que nos hacia mal queda como una anécdota en los corazones


    COMENTARIO DE LORENA JUAREZ

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