lunes, 24 de enero de 2011

El costo de las palabras.

Un te quiero, un te extraño, un te necesito, ni hablar de un TE AMO.
Son palabras que no solo, en la mayoría de los casos, tienen una gran carga de emotividad y de pasión, si no que también tienen un gran costo, tanto por obtenerlas como por darlas.
Si a eso le sumamos el hecho que la persona que las emite, es aquella que nosotros tanto queremos, extrañamos, necesitamos y amamos, el valor se incrementa muchisimo más, es decir, al menos para nosotros tienen un precio incalculable.
Si usted señor lector, señora lectora, no está del todo de acuerdo con lo que yo escribo en estas lineas, pensemos un ratito juntos.
Durante un tiempo prudencialmente importante, nos hemos despertado y nos hemos dormido con un te amo.
Almorzamos con un te extraño y cenamos con unos cuantos te necesito.
Pero de repente nos desalojan de nuestro despertador, nos ponen a dieta y dejamos de recibir esas palabras.
¿No es ahí cuando realmente le encontramos el valor y la carga que realmente llevan? y ¿Cuando callan nuestras voces y atan nuestras manos y no podemos ni decir ni hacer?

Pero creo que hay algo que es todavía peor, a no dar y no expresar, el hecho de callar, el no decir, el guardar y hacer que el otro que tenemos todos los días a la espera de un gesto, ni siquiera se entere de lo que el corazón del otro tiene para decir.  ¿Qué es aquello que los hace callar?

Si bien estamos en una época donde las condiciones económicas no son las mejores, NO CALLE SUS VOCES INTERIORES, SAQUE PARA AFUERA TODO LO QUE TIENE PARA DECIR Y GASTE SU GARGANTA MOSTRANDOLE A QUIEN TANTO LO NECESITA TODO LO QUE USTED SIENTE POR EL.

No ahorre en palabras, va a hacer que la colonia de gusanos se vuelva extremadamente millonaria.

1 comentario:

  1. La paradoja del amor: te llena de felicidad y de dolor, las mismas palabras te hacen sonreir o llorar; y cuando quien las dijo no esta pero las escuchas, la ausencia se vuelve mas presencia que nunca...

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