Luego de unos malbec y un gran pastel de carne que preparo mi amada, mientras veía las bocanadas de humo que salían de sus bocas y sus narices, una frase inundo el ambiente y se camuflo en esa atmósfera pesada de tabaco negro y uvas negras.
Clara, es una mujer muy bella, de unos 55 años, pero que nunca consiguió poder formar una pareja que la acompañara hasta el final de sus días. "Son las vueltas de la vida, mi viejo" expreso con un dejo de resignación en su voz.
A partir de ese momento, mi mente abandono el cuarto, salio por la ventana, recorrió los parques de la casa de donde vivimos, y comenzó a pensar.
Todos nos pusimos a pensar que si hubiéramos llegado medio segundo más tarde, no hubiera pasado tal o cual cosa, que si no nos olvidavamos y regresado a buscar X articulo, no conoceríamos a...
Y eso me remitió al día que me toco conocer a ese par de ojos tan bellos, los astros se alinearon, la gente se movió con sincronización de reloj suizo, para que pueda ver su cuerpo, sus movimientos, para tomar coraje y para, después de un rato poder conocer que sabor tenían sus labios.
Teníamos que conocernos, no tenia que ir para otro lado en ese momento, no me tenía que acercar a la banda que tan bellos 2 x 4 hacia sonar.
Tenía que estar ahí, en ese lugar, en ese momento...
Tenes razón Clara, son las cosas de la vida.
Fue un amor fugaz, que al día de hoy perdura y que como bien me dijo ella en un momento:" Vos viví el hoy, que yo no se mañana".
Y así lo hice, y así lo hago y así lo haré, viviré el hoy, pero sin nunca olvidara, hoy no esta con migo, pero si bien encontré a la mujer de mi vida, yo no se mañana.
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